jueves, 10 de julio de 2014

Alehop

Primarias en el PSOE
El PSOE celebra el próximo 13 de Julio elecciones a Secretario General entre sus bases. Una medida novedosa y contradictoria en un partido cada vez más de cuadros y menos de bases. Hay algo de vuelta a los orígenes y de esfuerzo por recuperar la credibilidad de la sociedad española, aunque primero y necesariamente de las bases. En toda esta liturgia de buenas intenciones tal vez sobran algunas de las caras que acompañan a los candidatos. Si la regeneración pasa por construir nuevos liderazgos basados en el respaldo social, a ver qué pintan algunos personajes a los que resultaría complicado votar hasta para presidente de comunidad de vecinos. Da igual que llevasen a la famosa merienda el “taper” con la tortilla, que sujetasen a la “botija” o que se incorporasen a los postres. Si de verdad se busca la regeneración, como alguien dijo, no bastará con propiciar agua y abono en abundancia a este centenario árbol sino que habrá que acometer una intensa poda. Y esto porque mientras no se ponga fin al indolente inmovilismo de las agrupaciones municipales, se abran las puertas y las ventanas de las casas del pueblo y las estructuras locales no sean una representación socialmente fiel del cuerpo de votantes, difícilmente, el socialismo podrá convertirse de nuevo en la voz y la fuerza de las clases medias y bajas.

Los errores del PSOE
¿Qué ha hecho mal el PSOE en estos últimos años? Desde el partido se ha apostado por políticas sociales, se ha avanzado en derechos hasta cotas similares a los países más avanzados del norte de Europa. Esas políticas se han aplicado desde los diferentes gobiernos socialistas y se ha peleado en la construcción de una Europa más social, intentando además dotarla de mayor contenido político. No debería haberse producido, por tanto, un balance final tan estrepitosamente negativo como han demostrado las últimas elecciones europeas. Y que nadie se llame a engaño, los resultados han sido en todas los territorios peores a los de 2009. Desde mi humilde opinión en lo que el PSOE sigue sin aprobar es en las estrategias comunicativas, en la elección de “los nuevos sastres del emperador”, utilizando un término acuñado por el profesor Dader. Como prueba de ello quedará en los anales de los despropósitos el titular de la nota de prensa que difundió Ferraz la víspera de las últimas europeas: El PSOE gana la campaña electoral en las redes sociales. No saben ustedes lo tranquilo que me quedé cuando lo leí.

Pedro Sánchez
Cualquiera de los tres candidatos que se presentan reúne capacidad, formación  y experiencia para dirigir el PSOE durante los próximos años. También es cierto que en ninguno de los tres se percibe un liderazgo carismático similar al de Felipe Gonzalez, pero esas cosas también se construyen. En todo caso, de los tres, en Pedro Sánchez sí que se percibe un conocimiento del partido y de nuestro sistema político similar al de los otros dos contendientes, pero además, el sentido común de la naturalidad con que se expresa, sin aspavientos ni sobreactuaciones; el vértigo imprescindible de quien sopesa todas las circunstancias antes de tomar una decisión y la fuerza y la inconsciencia necesarias de quien es capaz de arriesgar su propia seguridad y anteponer a ésta sus principios. No exige esfuerzo sentirse identificado con alguien como él. Decididamente votaré a Pedro Sánchez, a pesar de algunos de esos personajes que ya le acompañan, expertos en prestidigitación política e incombustibles al paso de las legislaturas y a las regeneraciones de cualquier índole: Ahora soy Chaconista, alehop; ahora Rubalcabista, alehop. Y si Sánchez pierde, se hará Madinista, alehop. Como los de la tortilla. Algún día eso también cambiará.