jueves, 16 de septiembre de 2010

Durán, la apuesta del PSOE en Córdoba


El hecho de que los socialistas cordobeses presenten como candidato a la alcaldía de la ciudad al secretario general provincial pone de manifiesto que la formación política parece abordar con determinación el asalto a un enclave electoral que hasta el momento se ha presentado inexpugnable. La voluntad de la militancia de Córdoba ha dejado atrás otras opciones que, sin duda, gozaban de una mayor popularidad, aunque desgraciadamente el grado de conocimiento no siempre garantiza el posterior respaldo electoral. Sin entrar en los pros y los contras de esas otras opciones, una autodescartada y la otra con la rémora de los pobres resultados electorales cosechados en 2007, la realidad indiscutible es que la decisión de la ejecutiva municipal de Córdoba de proponer a Juan Pablo Durán como candidato lleva implícita la convicción de que la fortaleza electoral inaccesible puede resultar en 2011 un objetivo conquistable y, porque no, poder tener por primera vez un alcalde socialista en la única capital de provincia andaluza que lleva resistiéndose desde 1979.
No es la primera vez que coincide la condición de Secretario General en el candidato socialista a la alcaldía cordobesa, aunque en la ocasión precedente el resultado no es que fuera muy satisfactorio que digamos.
El horizonte que se dibuja de cara a las municipales de 2011 es bien diferente y hace prever que el objetivo pueda ser alcanzable de una vez. La única circunstancia en contra puede ser la intención del Partido Popular de alejar del debate electoral de las municipales la gestión municipal y los temas de ciudad y centrarlo más bien en cuestiones de carácter general, intentando aprovechar al máximo los réditos de las consecuencias derivadas de una crisis económica que contribuyeron a generar ellos y de la que ahora se muestran como solucionadores.
Aun así, es más que previsible que Izquierda Unida presente a Andrés Ocaña que no fue quien encabezó la lista de IU en 2007, se trata de un candidato no testado a quien los permanentes vaivenes de la coalición y su propia personalidad le han conferido un carácter de alcaldía interina o de sede vacante. Ello, unido a la tendencia a la pérdida de apoyos electorales que la coalición acusó en las últimas generales, autonómicas e incluso municipales, apunta a una disminución considerable de esos apoyos también en 2011.
En cuanto al Partido Popular, la formación de derechas repite candidato con Jose Antonio Nieto, de quien solo cabe afirmar que en 2007 hizo una campaña impecable. Y punto. Durante estos años su opinión ha dado bandazos en temas fundamentales para la ciudad o ha mantenido posiciones incomprensibles desde el punto de vista del sentido común en cuestiones como la posible fusión entre Unicaja y Cajasur, llegando a tener que reposicionarse con demasiada frecuencia después de cada afirmación inicial. O lo que es lo mismo, demostrando que en nada se corresponde la imagen pública que el PP proyectó de Nieto en 2007 con la realidad de sus acciones como portavoz municipal en estos últimos tres años. Eso sí, basa su estrategia en un populismo exagerado que no se preocupa en disimular y cuyo penúltimo capítulo ha tenido que ver con la remisión de una nota de prensa al día siguiente de la catastrófica tromba de agua que inundó Aguilar de la Frontera y en la que podía leerse “el agua llego a subir hasta la altura de la ventana que del automóvil que conducía – el texto está entrecomillado en el original y se supone que lo dicta Nieto – pero, afortunadamente, pudimos seguir avanzando hasta Puente Genil” (el párrafo pertenece a una nota de prensa, en la que abundan las autoreferencias personales, que el PP de Córdoba hizo pública a la mañana siguiente de las inundaciones para trasladar el pésame a la familia de los fallecidos). Los efectos negativos de estas divergencias han calado ya entre los cordobeses hasta hacer prever que los resultados del PP en Córdoba en 2011 se situarán muy por debajo de los obtenidos en las anteriores elecciones municipales.
Por su parte, el Partido Socialista viene a obtener municipales tras municipales un respaldo electoral que en nada se corresponde con el que obtiene en otras consultas electorales. En las circunstancias en las que se encuentran las otras dos formaciones es más que probable que consiga acercarse algo más a la realidad sociológica cordobesa.
Pero el elemento fundamental en unas elecciones municipales es el candidato y al hecho de que esas perspectivas serían reales habrá que unir el discurso honesto y sin grades efectos especiales que Durán tiene sobre la ciudad. El argumentario de Durán sobre las posibilidades de Córdoba no contempla grandes inversiones ni despliega alharacas o sueños de hormigón imposibles, habla de proyección de la ciudad y de aprovechar todo el bagaje cultural, patrimonial e histórico que Córdoba posee para diseñar un proyecto de desarrollo que profundice en la labor de proyección internacional que en los últimos años el Ministro Moratinos ha recuperado para la ciudad o en el avance que en diferentes ámbitos de la gestión municipal ha supuesto durante los últimos años la aportación de los socialistas a las sucesivas ediciones del cogobierno IU_PSOE, solo que la propuesta de Durán es que a partir de 2011 lo lideren los socialistas.
En cuanto el personaje, Durán es un tipo cercano que gana precisamente en las distancias cortas, con un discurso de izquierdas muy pragmático debido, más que probablemente, a su origen humilde, que tiene una capacidad de trabajo extraordinaria y cuya principal virtud en este ámbito es cierta obsesión por mantener equipos cohesionados. Inteligente y de sólidas convicciones morales, es bastante prudente al expresar sus opiniones, una actitud que suele quebrar cuando entiende que está en riesgo alguno de los valores en los que cree. En definitiva un diamante al que no habrá que pulir mucho y más bien mostrar tal y como es.
En Córdoba, la carrera electoral se presenta absolutamente apasionante más que nada porque los socialistas han apostado fuerte y han lanzado un mensaje claro sobre lo abiertas que estarán para todos las posibilidades de llegar el primero a la meta, y se equivocará quien no valore en sus justos términos que sea su secretario general quien opte a la alcaldía.