domingo, 4 de octubre de 2009

Explicarlo bien



Recuerdo que cuando iba a la escuela, el término colegio es un barbarismo cursi para un cateto fundamentalista como yo, sentía un pánico especial el día en que tocaba que el maestro de Historia nos preguntase sacándonos a la pizarra. Aquello era más miedo escénico que desconocimiento sobre la materia en cuestión.
Digamos que se encerraban dos técnicas diferenciadas en aquellos interrogatorios despiadados, una era la memorística: “dígame usted los reyes de España a partir de los católicos”. En aquel caso te dejabas llevar por el ritmo de la cantinela con la que te habías aprendido los nombres y si conseguías terminar la relación podías volver a tu silla, lease pupitre.
Otra cosa bien diferente era cuando te preguntaba por las causas de la Revolución Industrial y tú, que sabías la esencia, introducías algún elemento creativo en el relato, elemento que ni compartía tu profesor ni aparecía en el texto. Era entonces cuando se apretaba una tuerca más en el interrogatorio. Nadie te había interrumpido, estabas a punto de volver a tu silla, eras feliz, y de pronto sonaba la nefasta frase que hacía que te replanteases toda tu existencia como prolongación de la sesión de estudio del día anterior: no está del todo mal, pero tiene usted que explicarlo bien, empiece desde el principio como viene en el libro.
Bien, pues eso es lo que le ha dicho Don Mariano a Camps. Que tiene mucha confianza en él que es como cuando mi profesor de historia me decía a mí que no estaba del todo mal, un mero ardid para descargar la sentencia: pero explíquelo usted bien.
Como a estas alturas Camps todavía no ha explicado nada debe ser que el tema que Don Mariano le ha pedido es bastante complicado. De otra manera no puede entenderse que ni siquiera después de la evaluación sin nota a la que le sometió en Cuenca, Camps haya dado una sola explicación. Y es que es muy probable que Camps no se sepa el tema como está en el libro o en el manual, como se quiera.
Yo estoy seguro de que Camps no es un alumno torpe, lo que ocurre es que Don Mariano es un profe exigente y quiere que las lecciones se reciten de principio a fin como vienen en el libro, si no no se entiende que enfatice tanto cuando le dice que debe esforzarse en explicarlo bien.
Me hago cargo de lo mal que lo debe estar pasando el chico, de hecho fruto de la presión a la que le somete el profe llega a llamar a sus amiguitos diciéndoles que les quiere un huevo, imagino que buscando la complicidad del grupo ante la rocosa actitud de Don Mariano en la petición de explicaciones.
En fin, que al pobre muchacho no le va a quedar más remedio que explicarlo bien, como viene en el libro, que no es lo mismo que explicar las cosas tal y como ocurrieron. Lo mismo pasaba en los libros de Historia cuando yo iba a la escuela, que tampoco explicaban los hechos tal y como habían ocurrido, sino como interesaba contarlos. Vale.

2 comentarios:

  1. Y si no se explica bien. ¿Le dará un palmetazo el profe DON MARIANO? Yo creo que no, que ni se explicará y ni mucho menos habrá castigo.
    Estos personajes son los culpables de la imagen que tiene o tenemos la clase política en España.

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  2. Por lo pronto Costa ya ha tenido que dimitir.

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