miércoles, 20 de octubre de 2010

La mano que mece la cuna


Si hay algo que me ha gustado del anuncio del cambio de gobierno de hoy ha sido la música. En primer lugar se ha escuchado una sinfonía completa y no solo las fanfarrias del anunciado cambio de Corbacho. De haber cambiado tan sólo a Corbacho, Zapatero habría enviado el mensaje del necesario apuntalamiento a la candidatura de Montilla desde el gobierno de la nación. Que el cambio suponga la entrada en el gobierno de Valeriano Gómez, que goce de buena imagen ante los sindicatos y que haya mantenido una actitud crítica ante la reforma laboral implica que todo puede ser reversible y, más allá, que los costes de esta crisis no tienen porqué ser permanentes.
La salida de Leire Pajín de la Secretaría de Organización era algo necesario. Durante los últimos tiempos, y desde la entrada de José Blanco en el gobierno al frente de Fomento, el Partido Socialista carecía de la musculatura orgánica necesaria para reaccionar, no tanto a la labor de la oposición por su inexistencia, como a los resultados de las encuestas. Entiendo la salida de Moratinos, con toda seguridad más valorado fuera de nuestras fronteras, y su sustitución por Trinidad Jiménez. Nadie le discute a la malagueña su capacidad comunicativa y es posible que lo que le ha faltado a Moratinos sea capaz de hacerlo ella: explicar dentro lo que hacemos fuera.
Junto con Valeriano Gómez, la entrada de Rosa Aguilar marca un perfil más de izquierdas al ejecutivo (¿Alguien había dicho que las ideologías no existen?) y la capacidad de comunicación de ésta última junto a la que ya posee Pérez Rubalcaba hace pensar en una mayor presencia pública de los miembros del gobierno. La presencia andaluza fortalece también a Griñán y no hay que olvidar que Chaves, desde la Vecepresidencia de Política Territorial asume ahora Administraciones Públicas.
Pero decía que tal vez haya sido la música que ha acompañado a los hechos lo más importante de los cambios que el presidente del gobierno ha realizado en su ejecutivo. Ha venido a decir que este es el gobierno del impulso político y de la salida definitiva de la crisis. Se imprime así un punto de inflexión en la legislatura, cuando queda algo menos de la mitad para que se agote, que hace prever que el enfermo no estaba desahuciado y que, por lo pronto, Rajoy tendrá que hacer algo más que irse a dormir para ganar las próximas elecciones generales, tal y como le ha recomendado su sociólogo de cabecera, Pedro Arriola.
Arruyado por los ecos de la huelga general y bajo los efectos de la famosa nana “veremos a ver si sois capaces de aprobar los presupuestos”, Rajoy se ha despertado en plena rueda de prensa para valorar el cambio de gobierno. Balbuceando y medio adromilado aun, tan sólo había que ver como abría los ojos de vez en vez para terminar de despertarse, apenas ha acertado a articular que el presidente del gobierno tiene dos prerrogativas, a saber, la de formar gobierno y la de disolver las Cortes, y que personalmente hubiese preferido la segunda de ellas.
Y es que hace tiempo que el Partido Popular debería haberse dado cuenta de que el discurso del pesimismo está hartando un poquito al personal, sobre todo si se ha tenido responsabilidad directa en la evolución de la burbuja inmobiliaria.
Lo que está claro es que no debería hacer mucho caso al consejo que le han dado de echarse a dormir o, en todo caso, vigilar no vaya a ser que sea Rubalcaba la mano que le mece su cuna.

domingo, 17 de octubre de 2010

El lechuguino abrazasotanas


La dirección de un medio de comunicación que funcione a base de las “noticias” que le “soplan” los cargos públicos de determinado partido político suele ser un trabajo un tanto vergonzante y bastante poco gratificante en lo personal, desconozco si también lo es en lo económico. Por eso, encontrar una “primicia” de la que se haga eco la competencia, aunque la tal primicia no haya salido de una pluma de la redacción sino de una carta abierta a los “fieles”, debe suponer una especie un tanto peculiar de reconciliación con la profesión periodística. Que más da que los redactores escriban de oídas o al dictado o que no asistan a ruedas de prensa si el “scoop” ha sido escrito al abrigo de un manto púrpura, bienvenido sea porque hemos abierto el debate de “llamar a las cosas por su nombre”. Vamos hombre, quien no ha tirado alguna vez de internet para escribir o le ha fusilado un par de frases a un compañero, o ha llamado por teléfono a la colega de la competencia para que te cuente lo que ha dicho el fulano en la rueda de prensa. Que nadie diga de este agua no beberé ni este cura no es mi padre. Bienvenidas y bendecidas sean, por tanto, las colaboraciones púrpuras, sobre todo si el colaborador púrpura no reclama nómina y encima crea polémica. Pues eso, a partir de ahora todo el mundo, en esta Córdoba bendita y bendecida, vamos a llamar a las cosas por su nombre.
El único problema es que debido a mi humilde formación tengo ciertas dificultades para definir conceptos. La mejor definición de lechuguino, por ejemplo, se la oí a los Martes y Trece, sobre el presentador de televisión Ramón García: se trata de un individuo que en su más tierna infancia sufrió una sobredosis de potitos. Pues eso, que ando ampliando la definición de lechuguino. El mio es un lechuguino que en tiempos fue personal de confianza en la diputación por un partido nacionalista andaluz (a saber que será eso) y que, transcurrido más tiempo lo hicieron director de la prensa de alcanfor y que desde la tribuna que la caterba de la caverna le ha proporcionado se dedica a besar sotanas, a defender una Córdoba liderada por sotanas y en la que sólo quepa la verdad de las sotanas. Bueno también se mete con lo manirrotas que son quienes dirigen la diputación y con lo poco que trabajan los asesores de la diputación, producto, imagino, de su propia experiencia. Al final voy a ser capaz de encontrar una definición que se le acerque como lechuguino abrazasotanas.

sábado, 2 de octubre de 2010

2016 (1.0)


Hace un par de días, en el acto de comunicación de las seis ciudades que en el Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía pasaban la selección de pre-candidatas a ser capital europea de la cultura en 2016, Emilio Casinello, aquel omnipresente gestor de la exposición universal de Sevilla'92, recordó el axioma mil veces repetido de que Europa sería cultural o no sería.
Parafraseándolo afirmaré que Córdoba jamás volverá a ser Córdoba y que quizás llegue a ser sombra de sí misma si en julio de 2011 consigue llegar a ser capital cultural de Europa.
Tan solo bastaron unas horas, tras el corte de finalistas, para que la cutrez y la caspa volviesen a campar a sus anchas. Manuel Pérez, el responsable de la oficina de la capitalidad o comisario político de la capitalidad o como narices diga que se llama para cobrar lo que cobra de lo que dice que se llama, se despachó en una emisora de radio pidiendo o exigiendo, como se quiera, que quienes habían hecho bandera de la neutralidad activa pasasen a los hechos.
Inmediatamente después intervenía en el mismo programa el reciclado Consejero de Cultura Paulino Plata parando el ataque, que en esgrima no es lo mismo que defenderse, para, con el viejo truco de “fuera de micrófono voy a comentarte que este tipo hizo una exposición penosa”, asestar una estocada mortal al capillismo cordobita del tal Pérez.
Conocí a Plata en el que probablemente fue su primer acto público como Consejero de Agricultura y no es un tipo con dobleces ni amigo de la esgrima de salón, suele ir directo al grano y decir las cosas tal y como las piensa. A no ser que desde que dejó de ejercer el municipalismo haya ido cambiando progresivamente en lo esencial.
Otro amigo del alma, compañero de ginebras junto a Manuel Alcantara y reencontrado felizmente como vecino de columna, me solía decir que los cordobeses somos tontos importantes. Mas que un puteo e incluso un imperativo categórico siempre pensé que la frase era un mantra de la especie del lacayo que repetía a Cesar “recuerda que eres mortal”.
Manuel Pérez dice tonterías importantes, no porque él sea importante sino porque el dinero que le pagan sí lo es, sin necesidad de que tenga que decir estupideces, con lo cual no se sabe bien porqué las dice. Carlota Alvarez diseña actividades culturales novedosas y vanguardistas, como El Patio de mi Casa, merecedoras de ser expuestas en el Museo de Arte Contemporáneo de la capital financiera y cultural del Universo, Nueva York. Y no es de Córdoba.
Menos mal que a Manuel Pérez solo le dejan gestionar las adhesiones a la capitalidad, porque si le permitieran gestionar las actividades culturales montaría un perol en el Coliseo romano o establecería como carrera oficial de la Semana Santa cordobesa Portobello Road (que está en Londres a pesar de que el nombre parece italiano).
El problema de Córdoba es que no tiene punto medio y que durante los últimos años ha oscilado entre “lo que viene siendo mayormente”, que dirían los Serrano, la cutrez de Izquierda Unida y las cortijadas, también cutres del PP, como el bodorrio del ministrísimo.
En ese océano de mediocridad que sufrimos desde 1979 tan sólo se han producido dos destellos de brillantez, el esbozo urbanístico de la Córdoba del siglo XXI de Mellado y el improbo esfuerzo de Moratinos por proyectar esa esencia de la personalidad de Córdoba como ciudad de la concordía, de la tolerancia, del mestizaje y del modelo de ciudad que demuestra que hay un futuro de convivencia en paz o que no habrá futuro.
La hipótesis que defiendo es que igual solo es necesario que los socialistas gestionen Córdoba para que todo funcione un poco mejor y con algo más de ambición que la ejercida hasta el momento.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Durán, la apuesta del PSOE en Córdoba


El hecho de que los socialistas cordobeses presenten como candidato a la alcaldía de la ciudad al secretario general provincial pone de manifiesto que la formación política parece abordar con determinación el asalto a un enclave electoral que hasta el momento se ha presentado inexpugnable. La voluntad de la militancia de Córdoba ha dejado atrás otras opciones que, sin duda, gozaban de una mayor popularidad, aunque desgraciadamente el grado de conocimiento no siempre garantiza el posterior respaldo electoral. Sin entrar en los pros y los contras de esas otras opciones, una autodescartada y la otra con la rémora de los pobres resultados electorales cosechados en 2007, la realidad indiscutible es que la decisión de la ejecutiva municipal de Córdoba de proponer a Juan Pablo Durán como candidato lleva implícita la convicción de que la fortaleza electoral inaccesible puede resultar en 2011 un objetivo conquistable y, porque no, poder tener por primera vez un alcalde socialista en la única capital de provincia andaluza que lleva resistiéndose desde 1979.
No es la primera vez que coincide la condición de Secretario General en el candidato socialista a la alcaldía cordobesa, aunque en la ocasión precedente el resultado no es que fuera muy satisfactorio que digamos.
El horizonte que se dibuja de cara a las municipales de 2011 es bien diferente y hace prever que el objetivo pueda ser alcanzable de una vez. La única circunstancia en contra puede ser la intención del Partido Popular de alejar del debate electoral de las municipales la gestión municipal y los temas de ciudad y centrarlo más bien en cuestiones de carácter general, intentando aprovechar al máximo los réditos de las consecuencias derivadas de una crisis económica que contribuyeron a generar ellos y de la que ahora se muestran como solucionadores.
Aun así, es más que previsible que Izquierda Unida presente a Andrés Ocaña que no fue quien encabezó la lista de IU en 2007, se trata de un candidato no testado a quien los permanentes vaivenes de la coalición y su propia personalidad le han conferido un carácter de alcaldía interina o de sede vacante. Ello, unido a la tendencia a la pérdida de apoyos electorales que la coalición acusó en las últimas generales, autonómicas e incluso municipales, apunta a una disminución considerable de esos apoyos también en 2011.
En cuanto al Partido Popular, la formación de derechas repite candidato con Jose Antonio Nieto, de quien solo cabe afirmar que en 2007 hizo una campaña impecable. Y punto. Durante estos años su opinión ha dado bandazos en temas fundamentales para la ciudad o ha mantenido posiciones incomprensibles desde el punto de vista del sentido común en cuestiones como la posible fusión entre Unicaja y Cajasur, llegando a tener que reposicionarse con demasiada frecuencia después de cada afirmación inicial. O lo que es lo mismo, demostrando que en nada se corresponde la imagen pública que el PP proyectó de Nieto en 2007 con la realidad de sus acciones como portavoz municipal en estos últimos tres años. Eso sí, basa su estrategia en un populismo exagerado que no se preocupa en disimular y cuyo penúltimo capítulo ha tenido que ver con la remisión de una nota de prensa al día siguiente de la catastrófica tromba de agua que inundó Aguilar de la Frontera y en la que podía leerse “el agua llego a subir hasta la altura de la ventana que del automóvil que conducía – el texto está entrecomillado en el original y se supone que lo dicta Nieto – pero, afortunadamente, pudimos seguir avanzando hasta Puente Genil” (el párrafo pertenece a una nota de prensa, en la que abundan las autoreferencias personales, que el PP de Córdoba hizo pública a la mañana siguiente de las inundaciones para trasladar el pésame a la familia de los fallecidos). Los efectos negativos de estas divergencias han calado ya entre los cordobeses hasta hacer prever que los resultados del PP en Córdoba en 2011 se situarán muy por debajo de los obtenidos en las anteriores elecciones municipales.
Por su parte, el Partido Socialista viene a obtener municipales tras municipales un respaldo electoral que en nada se corresponde con el que obtiene en otras consultas electorales. En las circunstancias en las que se encuentran las otras dos formaciones es más que probable que consiga acercarse algo más a la realidad sociológica cordobesa.
Pero el elemento fundamental en unas elecciones municipales es el candidato y al hecho de que esas perspectivas serían reales habrá que unir el discurso honesto y sin grades efectos especiales que Durán tiene sobre la ciudad. El argumentario de Durán sobre las posibilidades de Córdoba no contempla grandes inversiones ni despliega alharacas o sueños de hormigón imposibles, habla de proyección de la ciudad y de aprovechar todo el bagaje cultural, patrimonial e histórico que Córdoba posee para diseñar un proyecto de desarrollo que profundice en la labor de proyección internacional que en los últimos años el Ministro Moratinos ha recuperado para la ciudad o en el avance que en diferentes ámbitos de la gestión municipal ha supuesto durante los últimos años la aportación de los socialistas a las sucesivas ediciones del cogobierno IU_PSOE, solo que la propuesta de Durán es que a partir de 2011 lo lideren los socialistas.
En cuanto el personaje, Durán es un tipo cercano que gana precisamente en las distancias cortas, con un discurso de izquierdas muy pragmático debido, más que probablemente, a su origen humilde, que tiene una capacidad de trabajo extraordinaria y cuya principal virtud en este ámbito es cierta obsesión por mantener equipos cohesionados. Inteligente y de sólidas convicciones morales, es bastante prudente al expresar sus opiniones, una actitud que suele quebrar cuando entiende que está en riesgo alguno de los valores en los que cree. En definitiva un diamante al que no habrá que pulir mucho y más bien mostrar tal y como es.
En Córdoba, la carrera electoral se presenta absolutamente apasionante más que nada porque los socialistas han apostado fuerte y han lanzado un mensaje claro sobre lo abiertas que estarán para todos las posibilidades de llegar el primero a la meta, y se equivocará quien no valore en sus justos términos que sea su secretario general quien opte a la alcaldía.

lunes, 23 de agosto de 2010

Otro bocadillo de chicharrones para el directorcillo del periodiquillo


En Córdoba, el Directorcillo del Periodiquillo de Alcanfor, al igual que hace todos los fines de semana, ha emborronado otra página de su periodiquillo para embestir contra los políticos. Determinados políticos, no todos. El artículo, siguiendo el manual de estilo ideológico y doctrinario del periodiquillo, habla de (cito las expresiones) coches de cristal tintado y politicos caciquillos locales, de la condena al olvido para los damnificados y de manguerazos en los zapatos antes de subir a los coches de cristal tintado. Todo esto le sirve al directorcillo del periodiquillo para, erigiendose en adalid de los “parias de la tormenta”, denunciar la indolencia de las administraciones y el oportunismo de sus dirigentes. Él sí sabe de lo que habla, me imagino al directorcillo del periodiquillo bajándose de su propio coche, sin haberse desprendido de la visera y los manguitos de la redacción, más que nada para que todo el mundo sepa que él es el directorcillo del periodiquillo, llenándose los zapatos, los manguitos y la visera del lodo de la catástrofe.
Dice el directorcillo del periodiquillo que, a estas alturas, el barro ya se habrá agrietado y ni siquiera entonces dice la verdad. El barro y el lodo siempre permanecerán en Aguilar o en Bujalance, en primer lugar porque se humedece todos los días con las lágrimas de los que él llama “parias de la tormenta”, en segundo lugar porque en el recuerdo, en la habitación del dolor del palacio de la memoria, Aguilar y Bujalance siempre tendrán el barro de las lluvias de anoche. Lo que pasa es que para que la vida te vaya llenando de recuerdos tristes la habitación del dolor es preciso haberlo presenciado y no escribir de oidas.
Porque en su periodiquillo, el directorcillo, permite que se escriba de oidas. Siguiendo la máxima de “no impidas que la realidad te estropee una buena noticia”, sus redactores escriben sobre actos, acuerdos, convocatorias o hechos a los que no asisten. Recuerdo una ocasión en la que, durante semanas, su periodiquillo publicó que otro político “caciquillo” local había redecorado su despacho por valor de 70.000 Euros. En realidad se había intervenido sobre la sede de una administración, en un edificio protegido, adecuando espacios y remozando estructuras para albergar un departamento completo de esa administración. Además de los despachos de, no uno, sino dos políticos, también se reformaron y adecuaron espacios para otros quince puestos entre técnicos y administrativos. Pero por más que se invitó insistentemente a que algún fotógrafo del periodiquillo visitase las obras realizadas, no hubo manera de que el periodiquillo rectificase.
Pero que el directorcillo del periodiquillo escriba sobre los parias de la tormenta no suele ser habitual, a él le gusta más emborronar su página semanal hablando del liderazgo social que debe ejercer el último representante de la iglesia recién llegado a la ciudad, o al menos eso es lo que él piensa como el portavoz de la sociedad cordobesa en que se ha autoerigido. También le gusta escribir arengas sociopolíticas sobre el despertar económico de esta Córdoba adormecida, según él. Como lo que el directorcillo busca es la contratación de publicidad en el periodiquillo por parte de la entidad financiera, las encendidas loas que dedicaba a quienes antes la dirigían, se han vuelto ahora reproches, para dedicar renovados piropos a los actuales propietarios. Ah, poderoso caballero...
Jose María Izquierdo escribe estos días en El País sobre los jinetes del apocalipsis, aquellos que cada mañana en sus periódicos y a todas horas en las interminables tertulias de las televisiones y radios que controlan nos preparan una buena infusión de pesimismo y nos pintan un paisaje aun más oscuro y tenebroso al que nos ofrece la realidad cotidiana. No hablan ni escriben, las plumas mercenarias de la derecha más rancia y montaraz se empapan de sus propios humores y vomitan mentiras y medias verdades con las que oscurecer aun más el horizonte de esta sociedad ya de por sí vapuleada por las circunstancias. El jinete al que dedicó su sección el pasado domingo fue Carlos Dávila. Pues nada, además de para Carlos Dávila, otro bocadillo de chicharrones para el directorcillo del periodiquillo.

lunes, 19 de abril de 2010

Un triste alcalde triste


He tenido ocasión de escuchar en varios, tal vez demasiados, actos al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y he de reconocer que no es un hombre que levante precisamente pasiones con su palabra. Bien al contrario, su verbo es una extensión de esa especie de indolente hastío que habitualmente dibuja la expresión de su cara. Si la retórica de Francisco de la Torre destaca en algo es en el argumento permanente del agravio comparativo que las administraciones de ámbito superior infligen a Málaga respecto a otras ciudades andaluzas.
Durante los últimos años he sido testigo directo de cómo Málaga ha sido objeto de inversiones millonarias, provenientes tanto del gobierno central como de la administración autonómica, en todos los órdenes: rondas, autovías, puerto, aeropuerto, metro, playas, parque tecnológico, infraestructura turística o equipamientos culturales entre una lista que resultaría interminable detallar. En mi humilde opinión, Málaga se ha convertido en la capital del Sur de Europa en la que Pedro Aparicio creía y a la que aspiraba, y a la que, por contra, Francisco de la Torre, es incapaz de aprehender.
A pesar de todas esas inversiones, el actual alcalde de Málaga jamás se ha apeado de su tedioso discurso del agravio comparativo, mientras que, por contra, él no pasará precisamente a la historia por las aportaciones emblemáticas que haya podido hacer a la ciudad en sus diez años de alcalde ya. Sí es posible que pase a la historia por haber intentado derribar, al igual que antes hiciera su antecesora, algunos de los pilares de esta Málaga del siglo XXI que ya dejara enunciados Pedro Aparicio.
Afortunadamente, Málaga, evoluciona y se moderniza a pasos agigantados gracias a su gente, no a su alcalde. Málaga es una ciudad cosmopolita en la que se contienen las esencias clásicas de otros puertos del Mediterráneo, pero que a diferencia de éstos ha sabido componer las herramientas y los procesos necesarios para ser la protagonista de su propio futuro, con la audacia característica del carácter emprendedor de sus gentes, con el apoyo de las administraciones y con la complicidad de las demás ciudades andaluzas, para las que las potencialidades que pueda acumular Málaga siempre serán una fortaleza de las que poder obtener beneficios, nunca una debilidad.
Un cordobés de nacimiento y malagueño de corazón, al igual que yo aunque mucho más brillante, dijo en una ocasión que el gran problema de Málaga era la actitud quejumbrosa y acomplejada de algunos de sus dirigentes, una actitud que les impedía tener una visión ambiciosa de la ciudad y hacia donde debía ir.
No es que Málaga no se merezca ser la Capital Cultural de Europa en 2016, es que su alcalde carece de legitimidad para reclamar las posibles inversiones derivadas de la discriminación positiva que supondría la organización de un evento singular como la Capitalidad Cultural. Más que nada por el manido discurso del agravio comparativo y por el pesimismo que contagia.
Por lo demás sería feliz si cualquiera de las dos ciudades, Córdoba o Málaga, resultase designada Capital Europea de la Cultura en 2016. No podría ser de otra manera.

domingo, 21 de marzo de 2010

El Pacto de los Lobos


Hay días en los que hay que esforzarse para impedir que sean el hastío y la indignación quienes ordenen las ideas sobre la pantalla del ordenador. Es mejor prepararse una infusión y reprimir un poco el ánimo, dejando que salgan a la superficie solo los enunciados desprovistos de adjetivos, de valoraciones, de intencionalidad en resumen. Aunque lo hagan de manera desordenada, incluso dispersa. Cuando el estado de ánimo te tiraniza a escribir con las tripas, siempre es preferible tamizar las ideas para que queden atrás las intenciones y fluyan hacia el papel solo los hechos y sus circunstancias.
Durante estos últimos diez días, la prensa de alcanfor ha vapuleado a un diputado socialista de la Diputación de Córdoba hasta la extenuación, la de la prensa de alcanfor. Le ha vapuleado un día tras otro, con dobles páginas, con fotografías a cinco columnas y con gran despliegue tipográfico, que dirían los cursis. Le han vapuleado a cuentas de la adquisición de una vivienda de VPO, después de haber demostrado que la compra fue legal, después de que lo haya explicado ante la organización política a la que pertenece, ante los ciudadanos de su pueblo y sus concejales, ante el Pleno de la Diputación y ante los medios de comunicación. Y le han seguido vapuleando después de haber afirmado que se pondrá a disposición de la administración autonómica y que acatará la decisión que adopte. Lo ha vapuleado de tal forma que soy incapaz de encontrar una referencia similar respecto a la relación causa-efecto. Para que se me entienda, ni un asesino en serie hubiese tenido ese “despliegue tipográfico”.
En la misma semana un dirigente popular cordobés es acusado, probablemente como consecuencia de lo anterior, de tener fijada su residencia en suelo rústico no urbanizable. Y la prensa de alcanfor despacha el tema con apenas dos columnas, a pesar de que entre los espontáneos que saltan a la “arena mediática” para defender al popular se afirma que cuando el susodicho adquirió la vivienda lo hizo de buena fe, esto es, en la seguridad de que más adelante sería urbanizable (¿presunta información privilegiada?, o mas bien, ¿presunta especulación?). Definitivamente el susodicho debería pedirle muy sinceramente a sus “amigos” que no le ayuden más.
Leo en la prensa de alcanfor que Flores “ni ha dimitido, ni se lo han pedido ni lo hará, pese a la unanimidad de la opinión pública en censurarle sus irregularidades”. Vamos, que en 2010 la prensa de alcanfor, o la pluma que lo escribe, es la voz unánime de la sociedad. Ni de coña, afortunadamente.
En la misma edición, un artículo de opinión en el que se puede leer a propósito del nuevo obispo de Córdoba, “esta ciudad necesita un líder social como el agua. No una aparente referencia construida por la argamasa de la subvención pública y cimentada en los pilares de la política, el sindicato o el lobby económico. Con la palabrería del discurso políticamente correcto”.(El pastor y su rebaño, ABC de Córdoba, domingo 21 de marzo de 2010, Pag. 13). Más adelante y en el mismo artículo “Una ciudad a la que le falta un salto cualitativo, más de un hervor; pero es incapaz de cerrar algunas fallas convertidas en lastre penitente”. Un poco más adelante, “Lo hemos subrayado en este periódico varias veces: se buscan líderes políticos, económicos, empresariales, talentos y personas blancas, trasparentes, sin cuentas pendientes ni intereses bastardos. Queremos gente que mire por el interés general, no batracios y carroñeros”.
La prensa de alcanfor regala los fines de semana un DVD. Esta semana la peli era El Pacto de los Lobos, un buen ejemplo de cómo el cine europeo también puede ser comercial, en ella una sociedad secreta católica formada por los herederos del poder más rancio intentan aniquilar los primeros brotes del humanismo, el enciclopedismo y la razón que conducirán a la sociedad moderna. Pues de eso iba este post, del pacto de los lobos.

martes, 23 de febrero de 2010

El supositorio



Nadie sirve de manera absoluta para nada, como mínimo sirve de mal ejemplo. Recuerdo haber leído esta frase que, en su momento, me sorprendió por su contundencia, por su aparente contradicción y por el paradigma científico que encierra y que establece la utilidad de todas las cosas y de todos los seres que habitan el universo, incluido Aznar.
Me imagino a todas las madres de este país ilustrando a sus hijos con el ex-presidente del gobierno como ejemplo “¿Ves a ese señor maleducado como pone los pies sobre la mesa?, pues eso no se hace”; o bien, “hijo poner el dedo de esa forma como hace ese señor con corbata es de muy mala educación”.
La verdad es que no somos capaces de apreciar en toda su amplitud la utilidad de un ex-presidente del gobierno maleducado y eso que todavía no le hemos visto dejar a un lado la verdura, hablar con la boca llena o estornudar sin ponerse el pañuelo en la nariz. Porque no puede ser lo mismo que yo me hurgue en la nariz, a que lo haga Aznar. Eminentemente porque mientras yo paso desapercibido, él ocupará páginas impresas de los diarios de tirada nacional y prolongados comentarios de contertulios de radios y televisiones. Decididamente Aznar, como mal ejemplo, puede contribuir muchísimo más que yo a la educación de nuestros hijos.
O “a lo mojó” es que no hace esas cosas y simplemente quiere parecer llano y vulgar, confundirse con el gentío, tal vez aparecer mundano, ordinario y, por tanto, asequible y cercano. En cualquier caso debería hacérselo mirar, más que nada porque, más allá de tratarse de un ejercicio de cercanía, corremos el riesgo de verle tirar hacia arriba de los calzoncillos a Tony Blair, lavantarle la falda a la mismísima Bruni o ponerle la zancadilla a la Reina de Inglaterra, en el caso de que a algún “cerebro” se le ocurra invitarlo a algún foro internacional de "ex-loquesea". Hay que controlar seriamente la agenda de Aznar, no vaya a ser que alguna de sus simpáticas travesuras genere un conflicto internacional.
Hasta ahora la imagen del maleducado o del gamberro estaba asociado a la inmadurez, baja capacidad adquisitiva e ínfimo nivel intelectual. Pues bien, Aznar ha roto los patrones y si bien es cierto que el episodio del dedo respondía a una provocación de la “chusma estudiantil”, también lo es que no estamos hablando de cualquier dedo, sino de un dedo ex-presidencial, orgulloso de mostrarse enhiesto y desafiante: un dedo sólo ante el abucheo, o peor que eso, ante la madre de todos los abucheos, un dedo español y de bien, como debe ser.
El caso es que debo confesar que Aznar me empieza a resultar simpático (reconozco que mis Gremlims preferidos son los que han tomado un buen baño después de una copiosa cena, los otros me parecen un poco ñoños) y que, a partir de lo del dedo, lo he incluido en la categoría de mis pícaros entrañables. Míralo que gracioso con su dedito.
No quisiera terminar esta reflexión sin aportar mi contribución personal a los numerosos intentos de definir el gesto, que estos días se han multiplicado por los medios de comunicación. Se le ha llamado peineta, pero en tanto es un gesto adoptado de la cultura anglosajona entiendo que la denominación está, un tanto, artificialmente traída; también se le ha denominado peseta, pero quiero recordar que ésta se hacía con el dedo índice, y era una especie de burla infantil, como de primera comunión, así que tampoco la veo acertada. En mi opinión, la definición más aproximada sería de la supositorio: esto se lo mete usted por el culo. Lo dicho, un dedo español y de bien, como debe ser. Vale.